Hace un par de días terminé de leer lo que para mi es una carta de amor a los libros: «El infinito en un junco» de Irene Vallejo.
Desde las primeras páginas este texto me sedujo de una forma que no esperaba, la escritora nos hace partícipes de un viaje por la historia del libro donde se teje un tapiz de ideas, datos históricos y la mirada de la autora se revela, nos deja ver su opinión sobre múltiples temas y una enorme gratitud, con la cuál a quienes hemos crecido refugiándonos y regocijandonos en los libros, identificarnos resulta sencillo.
Iréne Vallejo logra bellísimos momentos con su prosa ligera y amena, que hace que navegar por las más de 500 páginas sea sencillo y placentero.
Lo recomiendo ampliamente.